La Agente interventora del Hospital del Líbano, Nelly Belén Arsuza, destapa más irregularidades que ascienden a más de 3 millones de pesos
La Superintendencia Nacional de Salud y el ministerio de Salud liderado por el Dr. Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, han destapado un escándalo de proporciones épicas en el Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar del Líbano. La intervención forzosa ha sacado a la luz malas decisiones administrativas que pusieron en riesgo más de $3.000 millones del presupuesto del centro asistencial.
Hace tan solo dos meses, la Supersalud informó que más de 31 irregularidades administrativas, presupuestales, de contratación y reportes financieros plagaban la entidad.
Bajo la gestión de José Jaime González, el hospital licitó un contrato por la astronómica suma de $2.498 millones para adquirir una licencia de software e implementar un sistema de información en áreas asistenciales, administrativas y financieras. Sin embargo, la agente interventora, la destacada Dra. Nelly Belén Arsuza, tras una minuciosa revisión, revocó el proceso al descubrir que se estaba fallando en el principio de planeación. Este escandaloso hecho fue llevado a instancias judiciales como la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría General.
Pero eso no es todo. También se ha descubierto que la ejecución de una intervención para el suministro de ascensores, con un costo asombroso de $601 millones, careció de personal idóneo. El supervisor al frente de la obra y la adquisición de suministros resultó ser alguien completamente ajeno al tema, ya que su profesión era la administración pública. ¡Increíble pero cierto!
Sumado a esto se habla del millonario contrato con prorroga a 15 años con la empresa MEINTEGRAL, quienes tienen la potestad de operar el ala norte del hospital, entre otros, prestando servicios como: Gastroenterología, cardiología, Unidad de Cuidados Intensivos Adulto, Pediátrico, Neonatal, cuidados intermedios y farmacia, lo que no permite al Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar, ampliar su portafolio de servicios en beneficio de los usuarios.
Por otra parte, Supersalud informó que, fueron cerca de 67 millones de pesos los que se pagaron a personal que no ejerció ninguna función dentro de la institución durante el 2023, según se conoció, contratarían a 6 técnicos administrativos, un conductor entre otros; así como a una psicóloga que pretendía cobrar $8.000.000 sin evidenciar sus labores; a pesar de ello, a esta última se le habrían consignado en el mes de septiembre $2.678.000
Para finalizar, según información suministrada por personal que labora en la institución y quien nos solicitó absoluta reserva en su identidad por seguridad y temor a represalias (Fuente humana viva), el ambiente durante los meses de intervención ha mejorado notablemente, pues ya no sienten presiones de ningún tipo, ni políticas, ni laborales; mucho menos acoso por parte de algunos de los jefes como Miguel Aguilar, quien ya no hace parte de la institución, y quien es acusado de humillar, gritar y constante acoso laboral al personal de la salud y administrativos del mismo.
Este nuevo capítulo en el drama del Hospital del Líbano ha dejado a la opinión pública atónita, exigiendo respuestas y acciones inmediatas.
La gestión valiente de la Supersalud y el Ministerio de Salud, encabezado por el Dr. Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, así como la incansable labor de la agente interventora Dra. Nelly Belén Arsuza, son de admirar, por sacar a la luz estas vergonzosas irregularidades.
¡El pueblo demanda justicia y transparencia en la gestión de la salud!