La Cámara de Representantes escuchó a las víctimas del conflicto
La Ley de Víctimas, aprobada en 2011, consagró que todos los 9 de abril se debía recordar y conmemorar a las víctimas del conflicto armado en Colombia, por eso en el Salón Elíptico de la Cámara de Representantes, el Congreso en pleno escuchó a mujeres, líderes sociales, excombatientes, huérfanos y viudas entre otros, afectados por más de 50 años de violencia.
El presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, llamó la atención para que se agilice la reforma agraria, pues “solo así se garantiza el derecho fundamental a un pedazo de tierra al que puedan llamar hogar, no olvidemos que las mayores violencias se han originado por la tenencia de la tierra y su explotación”, aseguró el presidente de la corporación, quien además reiteró la necesidad de una pronta justicia; “el imperioso proceso de investigación y judicialización de los máximos responsables de los crímenes más atroces, garantiza que nunca más se repita la violencia impune, que ha plagado nuestra historia”, concluyó el representante Cordobés.
Tras la intervención del presidente Calle, las víctimas tomaron la palabra, una a una fueron expresando sus inquietudes, en representación de las más de nueve millones de personas afectadas por el conflicto armado.
Martha Cecilia López, a la que la guerrilla de las extintas FARC le asesinaron a un hijo y su esposo, pidió por la pronta aprobación de las modificaciones de la Ley de Víctimas, que busca disminuir la edad para lograr los beneficios de la ley que hoy está en los 54 años para las mujeres y los 75 para los hombres.
German Darío Fernández Cardona, periodista que ha sufrido tres atentados contra su vida, aseguró que “se debe acabar con los discursos de odio y pidió por la reconciliación y el respeto por los ciudadanos”.
Alexander Vargas, víctima del conflicto, dijo que sufrió por el reclutamiento de menores, “hemos buscado las fosas comunes, pero hemos sido perseguidos y le pedimos a todos los congresistas para que proteja a los excombatientes”.
Nelson Enrique Ramírez, exintegrante de la fuerza pública afectado por el conflicto armado aseguró que, en representación de los 485 mil integrantes de la Fuerzas Armadas víctimas del conflicto armado “clamo por el reconocimiento del derecho internacional humanitario hacia nosotros, que hemos tenido que afrontar amputaciones, no solo el daño físico sino psicológico y moral con el que tienen que vivir nuestras familias”.
Helena Barros, víctima de la masacre de Bahía Portete, donde perdió varios de sus familiares, y también hermana de un líder asesinado el año pasado en la Costa Atlántica, tuvo una de las más sentidas intervenciones, al inicio de su discurso declaró: “si hiciéramos un minuto de silencio por cada una de las víctimas del conflicto armado en Colombia, tendríamos que estar en silencio durante 17 años. Hablamos de una reforma a la Ley de víctimas del 2011 y sí que es necesaria esa modificación, porque debemos acelerar la reparación pues al paso que vamos necesitaríamos más de cien años para lograr la reparación de todos los afectados por la violencia”, dijo.
Adriana Rojas, víctima de desaparición forzada hace 28 años en el departamento de Antioquia, resaltó la entrega a 75 familias del Urabá de unas tierras que fueron incautadas a los grupos ilegales por parte de la Sociedad de Activos Especiales. Rojas aseguró que es la primera vez que estos desplazados son beneficiados con unos terrenos productivos.
Al final de la audiencia, que se extendió por más de 9 horas, todos los presentes pidieron por el final de la guerra en el país, para que el número de víctimas se detenga, especialmente en la zona rural donde día a día se incrementan los asesinatos, desplazamientos y confinamientos.