La COP16 deja huella en Cali: impacto económico y avances para la biodiversidad
La ciudad de Cali vivió una histórica inyección económica de más de 11 millones de dólares durante la COP16, con el sector hotelero a la cabeza del beneficio gracias a la alta demanda de servicios turísticos. Sin embargo, el impacto total aún está por evaluarse, ya que faltan los datos finales de toda la cadena de valor del turismo que se activó en torno a este evento.
El viernes concluyó esta cumbre, con Colombia a la cabeza como país anfitrión y presidente de la conferencia. Entre sus logros más destacados estuvo la ampliación de la representación de las comunidades indígenas y afrodescendientes en las discusiones globales sobre biodiversidad, además de avanzar en la adopción del Acuerdo de Paz con la Naturaleza, uno de los objetivos clave del gobierno colombiano. Sin embargo, el desafío principal, un consenso para asegurar el financiamiento de la protección de la biodiversidad, quedó sin resolverse.
En la búsqueda de un acuerdo para la financiación de la conservación, uno de los principales avances fue la propuesta de que sectores económicos que lucran con información genética de la naturaleza, como las farmacéuticas y cosméticas, aporten una contribución económica a un fondo común de protección. Esto implicará que las empresas grandes, con activos superiores a 20 millones de dólares o ingresos anuales de 50 millones de dólares, contribuyan con el 1% de sus utilidades o el 0,1% de sus ventas.
Este fondo estará bajo la administración de una fiduciaria de Naciones Unidas, lo que fue una victoria para Brasil y otros países, quienes querían evitar el control de la financiación por el GEF (Fondo para el Medio Ambiente Mundial), tradicionalmente dominado por los países ricos. La COP16 en Cali concluye así con una mezcla de logros y desafíos pendientes, dejando un impacto económico significativo y allanando el camino para futuros acuerdos en pro de la biodiversidad global.