La selva amazónica perdió el 9,7 % de su vegetación
Como es de saberse la Amazonia el “Pulmón Verde del Planeta” es una región de selva tropical, de la cuenca del río Amazonas, poseen selvas tropicales y el bosque tropical más extenso del mundo, se destaca por ser una de las ecorregiones con mayor biodiversidad en el planeta por lo que su vegetación es casi del 100 %, pero lamentablemente se ha perdió 9,7 % de esta, entre 1985 y 2021 donde los glaciares tropicales se redujeron en un 46% y la minera se expandió en más de un 1.100 %, así lo informó la iniciativa Mapbiomas Amazonía.
Las hectáreas amazónicas hace unos 37 años se habían transformado en áreas antrópicas, escalando esta cifra hasta los 125 millones de hectáreas en 2021 esto representa casi un 15 % de todo el territorio amazónico.
La magnitud de esta destrucción, sin embargo, varía considerablemente de un país a otro, pues mientras Surinam, Guyana y Guayana Francesa perdieron alrededor del 1,6 por ciento de la cobertura boscosa amazónica, el porcentaje llega al 19 por ciento en el caso de Brasil.
Así lo mostraron los datos recogidos en la Colección 4.0 de MapBiomas
Amazonía, una iniciativa de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg) que estudia los cambios en el uso del suelo en el bioma amazónico y las presiones sobre sus bosques y ecosistemas.
Durante la presentación de esta herramienta, el especialista del Instituto Socioambiental Cícero Cardoso precisó que el 99 por ciento de las 75 millones de hectáreas que se transformaron en áreas antrópicas en las últimas casi cuatro décadas correspondió al uso agropecuario y de silvicultura del suelo, mientras que «solamente el 1 por ciento respondió a la minería y a la infraestructura».
En Perú, detalló, el uso agropecuario aumentó en 50 por ciento en el periodo analizado, mientras que la actividad minera «representa 70,3 por ciento más la de 1985». A nivel regional, los glaciares de los Andes amazónicos, que abastecen de agua a millones de personas y alimentan los manantiales de los ríos, perdieron el 46 por ciento de su hielo, mientras que la actividad minera avanzó en 1.107 por ciento tras pasar de ocupar 47.000 hectáreas a más de 570.000.
