Margaret Howe Lovatt, la mujer despertó el deseo sexual en un delfín

Margaret Howe Lovatt, una mujer que creció rodeada de animales, de libros como ‘Miss Kelly’ -relato en el que un gato aprende a hablar- la inspiraron a adentrarse al mundo de la biología y las ciencias naturales, convirtiéndose así una mujer apasionada y empeñada con poder aportar al mundo de la ciencia y los animales.

A sus 23 años, se le presentó la oportunidad de su vida, se trataba de un proyecto el cual nuca pensó en rechazar, ya que así lograría una de sus metas más soñadas: enseñarle a un animal cómo comunicarse con un ser humano a partir del lenguaje verbal.

Este sueño emprendió y tomo más fuerza desde 1963, cuando se encontraba departiendo con sus familiares en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, su cuñado habló sobre una laboratorio secreto en el extremo de esa isla de Saint Thomas, donde trabajan con delfines

‘La chica que hablaba con los delfines’, el documental que habla del médico británico ‘BBC’, Bateson quedó gratamente sorprendido con la primera visita de la joven. Para él no era común recibir algún tipo de ofrecimiento y más por parte de alguien que no estaba entrenado o capacitado para interactuar todo el tiempo con animales.

Esta mujer los dejó tan sorprendidos con sus habilidades que le propusieron trabajar cuando quisiera, por lo que ella empezó a viajar siempre que le fuera posible y sin darse cuenta empezó asistir todos los días, tanto así que decidió estar ahí las 24 horas.

Desde un inicio buscaron avanzar lo más pronto con la investigación, razón por la cual esto les pareció una gran idea para poder generar resultados más prontos. Sin embargo, no contaban con que Peter, el único delfín macho, estaba en una edad reproductiva en la cual fácilmente podía excitarse.

De un momento a otro el rumbo de las cosas tomo otro camino, cuando se dio cuenta de que el delfín tenía impulsos sexuales por ella. En la serie documental se puede ver un testimonio que decía: “No fue sexual de mi parte. Sensual quizás. Me pareció que hizo que el vínculo fuera más estrecho. No por la actividad sexual, sino por la falta de tener que seguir rompiendo. Y eso es realmente todo lo que era. Estaba allí para conocer a Peter. Eso era parte de Peter”.