Por graves daños ambientales, suspenden minería en Cundinamarca
Jerusalén, Cundinamarca – Las autoridades ambientales han suspendido las actividades de minería ilegal en el municipio de Jerusalén, Cundinamarca, tras constatar graves daños ambientales provocados por estas prácticas. La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que las operaciones ilegales han causado contaminación en fuentes hídricas y destrucción de hábitats naturales, generando una alarma en la comunidad y entre los defensores del medio ambiente.
Según la CAR, las actividades mineras ilegales en la región han liberado contaminantes peligrosos al agua, poniendo en riesgo la calidad del agua potable para las comunidades locales. Además, la extracción no regulada ha devastado áreas naturales, afectando la flora y fauna autóctona, y poniendo en peligro especies que dependen de estos ecosistemas.
«Las afectaciones generadas por la minería ilegal en Jerusalén son extremadamente preocupantes. Hemos encontrado niveles de contaminación en el agua que superan los límites permitidos, lo que no solo impacta la salud pública sino también la biodiversidad de la región», señaló un vocero de la CAR Cundinamarca.
La intervención de la CAR incluyó la suspensión inmediata de las operaciones mineras y la imposición de sanciones a los responsables. Además, se ha iniciado un proceso de restauración ambiental, que incluirá la recuperación de los cuerpos de agua afectados y la reforestación de las áreas destruidas.
Las autoridades locales y ambientales están trabajando en conjunto para fortalecer la vigilancia y control en la región, con el objetivo de prevenir la reactivación de actividades mineras ilegales. Se ha hecho un llamado a la comunidad para que denuncie cualquier intento de reiniciar estas prácticas que tanto daño han causado al medio ambiente.
La situación en Jerusalén ha puesto de relieve la necesidad urgente de implementar medidas más estrictas para combatir la minería ilegal en Cundinamarca y en otras regiones de Colombia. La CAR ha destacado la importancia de promover alternativas sostenibles para las comunidades locales, con el fin de reducir la dependencia de actividades ilícitas que perjudican el entorno natural y la salud de la población.
Mientras tanto, la comunidad de Jerusalén se enfrenta a los desafíos de recuperar su entorno y garantizar que el acceso al agua limpia y la protección de su biodiversidad sean prioridades en el futuro cercano.