Violencia en el Suroeste antioqueño: cuatro trabajadores asesinados en una finca cafetera

La violencia sigue azotando el Suroeste de Antioquia. Cuatro trabajadores fueron asesinados en una finca cafetera en hechos que, según las autoridades, estarían relacionados con disputas entre grupos criminales por el control del microtráfico en la región.
El crimen ocurrió en la finca La Alegría, donde, según el testimonio del mayordomo, sujetos armados llegaron a la medianoche. “Él no los vio, solo escuchó que tocaron la puerta y le advirtieron que no saliera. Luego, en el alojamiento de los trabajadores, se escucharon gritos y posteriormente disparos”, explicó el general (r) Luis Eduardo Martínez, secretario de Seguridad de Antioquia.
Las primeras versiones indican que los hombres armados sacaron a las víctimas de sus habitaciones y se las llevaron por las vías rurales. Horas después, los cuerpos fueron encontrados en un camino cercano: dos de ellos estaban juntos y los otros dos a unos 300 metros de distancia. Aunque no han sido identificados plenamente, se presume que tres eran de nacionalidad venezolana y el otro provenía de la Costa Atlántica.
De acuerdo con los registros oficiales, los fallecidos eran conocidos como “andariegos”, personas que recorren diferentes fincas en busca de trabajo temporal en la recolección de café, especialmente en temporadas donde no hay cosecha.
A estos asesinatos se suman otros dos ocurridos en la vereda Corvocado, del municipio de Titiribí, donde fueron ultimados Víctor Alfonso Restrepo Alarcón, alias «Tatabro», de 29 años, y Carlos Mario Suaza Arenas, de 54 años. Según el reporte oficial, ambas víctimas estarían vinculadas al expendio de estupefacientes y su muerte se atribuye a retaliaciones entre bandas criminales.
El Suroeste antioqueño se mantiene como la subregión con más homicidios en el departamento, incluso superando al Valle de Aburrá, con un total de 84 casos en lo que va del año, un aumento de 31 asesinatos en comparación con el año anterior.
Entre los grupos criminales que protagonizan el conflicto en la zona se encuentran el Clan del Golfo y su división interna, junto con la facción Edwin Román Velásquez Valle. También se suma la banda La Terraza, que apoya a la organización Halcones del Suroeste o La Oficina de Andes. Estas estructuras se enfrentan a más de 13 grupos locales, que en medio de la guerra territorial suelen ser absorbidos por las organizaciones más grandes.
Las autoridades continúan investigando estos hechos con el objetivo de dar con los responsables y contener la escalada de violencia en la región.